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Consumado el golpe de Estado y la vacancia de Pedro Castillo, el electo gobernador de Arequipa, Rohel Sánchez Sánchez, se pronunció por Twitter. En dos hilos rechazó la interrupción del orden democrático, pero también exigió acortar el mandato y convocar nuevas elecciones.
Después de su exposición en ExpoAgro, la nueva autoridad elegida en primera vuelta, profundizó sus conceptos sobre la crisis política del país. Auguró que esta situación de inestabilidad continuará. Para neutralizarla, además del adelanto de elecciones, planteó reformas políticas, electorales y constitucionales. Sobre todo esta última, para regular el equilibrio de poderes: ejecutivo y legislativo no pueden utilizar armas extremas como mecanismos de control: vacancia presidencial o disolución del congreso.
Para Sánchez, la asunción de Boluarte es una salida inmediata a la crisis, pero dio a entender que los problemas siguen. Por ejemplo, la deslegitimación del congreso ante la opinión pública, el nuevo ejecutivo carece de bancada en el legislativo, ¿sin aliados se aprobarán las leyes que necesita el país?.
Sánchez también manifestó que su relación con la nueva presidenta será cordial. “No podemos pelearnos con nadie, necesitamos de su apoyo para impulsar el desarrollo de Arequipa”, concluyó.
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