En un mundo donde el tiempo es cada vez más valioso, Texas se posiciona a la vanguardia con la implementación de un proyecto que podría cambiar radicalmente el transporte interurbano. El nuevo tren de alta velocidad, que conectará Dallas con Houston, promete reducir los tiempos de viaje a la mitad, lo que facilitaría así la vida de miles de viajeros diarios y potenciaría el desarrollo económico de ambas ciudades. Con una infraestructura diseñada para alcanzar velocidades superiores a los 300 kilómetros por hora, este tren no solo ofrece una alternativa rápida, sino también una opción ecológica frente a los tradicionales viajes en automóvil o avión.
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¿Quién propuso la construcción del tren en Texas?
Este panorama emergió gracias al encuentro entre el presidente Joe Biden y el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, en el que se debatió la factibilidad de este audaz plan de trenes. A pesar de que todavía no hay pronunciamientos oficiales, la Casa Blanca ha confirmado que el anuncio podría estar a la vuelta de la esquina, siempre y cuando se asegure el financiamiento federal.
¿Cuál es el precio del tren y cómo se llamará?
Se estima que el costo potencial del tren de alta velocidad en Texas oscilará entre los 25.000 y 30.000 millones de dólares, una suma que subraya la envergadura del proyecto y atrae la atención tanto del Gobierno estatal como del federal.
El proyecto, denominado Tren de Pasajeros de Larga Distancia del Corredor I-20, ya ha sido beneficiado con 500.000 dólares en subvenciones de la Administración Federal de Ferrocarriles (FRA). No obstante, se anticipa que los detalles finales podrían estar sujetos a modificaciones en las futuras conversaciones entre Biden y Kishida.
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¿Cuál es el promedio del tiempo que se realizaría este trayecto?
Este tren tiene el potencial de disminuir drásticamente el tiempo de desplazamiento entre Houston y Dallas a tan solo 90 minutos, al alcanzar velocidades de 205 millas por hora.
El impacto que este tren bala podría tener en Texas es considerable no solo en lo que respecta a la movilidad, sino también en el estímulo económico y ecológico que podría propiciar. Su alta velocidad y eficacia podrían revolucionar la manera en que las personas viajan dentro del estado y robustecer la vinculación entre las ciudades más importantes de Texas.
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Retos y expectativas a futuro del proyecto I-20
A pesar del entusiasmo que rodea al proyecto, existen desafíos significativos. Desde la financiación hasta la adquisición de terrenos y las regulaciones estatales, cada aspecto debe manejarse con precisión para evitar retrasos. Sin embargo, las expectativas son altas y el potencial de transformación para la región es enorme, lo que mantiene a los stakeholders y a la población expectante frente al progreso de este ambicioso proyecto.