Congreso | Michael Urtecho, el primer congresista destituido e inhabilitado por recortar sueldos de sus trabajadores | María Cordero Jon Tay | Rosio Torres | Katy Ugarte | noticia | Congreso

El caso de legisladores que se han aprovechado del sueldo de asesores no ha sido ajeno a la historia del Congreso de la República y se han sumado otros en la última gestión. En menos de tres meses, pasó con cinco congresistas: Heidy Juárez, Magaly Ruiz, Rosio Torres, Katy Ugarte y, ahora, María Cordero Jon Tay, sobre quien no solo existe la denuncia, sino que incluso fue grabada exigiéndole el dinero a un extrabajador del Legislativo. Por estos hechos ya se han iniciado las diligencias respectivas, y existe uno que puede servir como antecedente respecto a las acciones a tomar por parte del Parlamento. Nos referimos a Michael Urtecho.

Durante el periodo parlamentario 2011-2016, en pleno gobierno de Ollanta Humala Tasso, el caso del entonces congresista Wilson Michael Urtecho remeció los salones del Legislativo. Ello después de que se supiera que el parlamentario se había apropiado del sueldo de los trabajadores de su despacho. Por esta denuncia, inicialmente se solicitó su suspensión por 120 días. Sin embargo, el desarrollo de las investigaciones alcanzó tal envergadura que Urtecho terminó por ser desaforado.

Su salida del Congreso se concretó un 20 diciembre de 2013, cuando se resolvió “destituir en el cargo de congresista de la República al señor Wilson Michael Urtecho Medina, e inhabilitarlo para el ejercicio de la función pública por diez (10) años, por haber cometido infracción a la Constitución Política del Perú”, lo cual fue proclamado en la Resolución Legislativa 002-2013-2014-CR.

Esta resolución fue emitida por el Congreso que, en ese momento, estaba presidido por Freddy Otárola Peñaranda, hermano mayor del ahora primer ministro de Dina Boluarte, Alberto Otárola.

El exlegislador se retiró del Palacio Congresal no sin antes lanzar una advertencia, al precisar que “no era el único” que actuaba bajo la modalidad que ahora es comúnmente conocida como la de ‘mochasueldo’, en la que las cinco congresistas de este Parlamento han sido sindicadas e inmiscuidas en mayor y menor gravedad.