En el año 2010, un grupo de arqueólogos realizó un descubrimiento que estremeció al mundo. En una de sus excavaciones ubicadas en la localidad de Imola (Italia) hallaron una tumba de la época medieval que en su interior contenía el cadáver de una mujer embarazada con los restos de un feto entre las piernas.
Este misterio hizo que los expertos se plantearan dos posibilidades: o la mujer fue enterrada viva o dio a luz después de ser sepultada, lo que resultaba aún más extraño.
Misterio resuelto
Después de realizar diversas investigaciones, la científica de la Universidad de Ferrara Alba Pasini y otros colaboradores concluyeron que la mujer tuvo un parto en su ataúd, luego de ser enterrada. Según explicó en uno de sus artículos, este proceso se debe a un fenómeno bastante peculiar denominado “extrusión fetal post mortem”. Un mecanismo natural que se basa en la expulsión del feto por parte de la madre durante el estado de putrefacción del cadáver.
Los especialistas creen que se este curioso fenómeno se produce cuando los gases naturales, que se acumulan en el abdomen durante el proceso descomposición, ejercen presión sobre el útero provocando la expulsión del feto. Eso explicaría el hallazgo de unos pequeños huesos cerca de la pelvis de la mujer.
Cabe resaltar que este caso también es interesante desde el punto de vista arqueológico, ya que los estudios determinaron que la fémina tenía entre 25 y 35 años, y 38 semanas de gestación. Un embarazo a término es de 40 semanas, por lo que estaba muy cerca de dar a luz cuando murió.
Estos son los huesos del feto que se encontraron en el ataud del medioevo. Foto: Historia y Arqueología
Además, tenía en su cráneo un orificio de 5 milímetros de diámetro que responde a una trepanación. Según algunos investigadores, el embarazo, el corte y la muerte podrían estar relacionados.