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Ante la muerte de dos personas (al cierre de la edición se informó de un tercer fallecido, pero sin confirmación oficial) la presidenta Dina Boluarte anunció la declaratoria del estado de emergencia en las zonas en conflicto.
“Anuncio la declaratoria del estado de emergencia en las zonas de alta conflictividad. Comunico que he dado las instrucciones para que se recupere pacíficamente el control del orden interno, sin afectar los derechos fundamentales de la ciudadanía. Lamento profundamente el fallecimiento de nuestros compatriotas en Andahuaylas, mi tierra”, dijo en mensaje a la nación.
El primer fallecido es un manifestante de la comunidad de Huancabamba. Según los familiares, murió producto del impacto de un proyectil. Se trata de un menor de 15 años, quien falleció por los enfrentamientos entre protestantes y efectivos de la PNP, en Andahuaylas.
“El joven acaba de fallecer, los policías no deberían tener la culpa, son hijos de transportistas”, dijo uno de los comuneros que acompañó al occiso.
Cuando aún no se acababa de lamentar ese fallecimiento, después de las 6 p.m., se confirmó la muerte de un joven de 18 años (Romario Quispe), quien ingresó con un proyectil de bala.
Además, se confirmó que hubo más de 20 heridos, entre manifestantes y policías. Tres de ellos se encuentran hospitalizados, uno en grave estado de salud. El gobernador de Apurímac, Baltazar Lantarón, informó que uno de los fallecidos fue impactado por una bomba lacrimógena en la cabeza.
En Andahuaylas no solo se han registrado muertos, también hay cierre de carreteras y toma del aeropuerto con policías que se encuentran rodeados por la población que ha salido a las calles para exigir el cierre del Congreso y elecciones generales.
Desde Lima llegaron a Andahuaylas más de 50 policías para brindar seguridad, pero se encuentran sitiados y no tienen posibilidad de salir del aeropuerto.
Durante el día se informó que los ciudadanos apurimeños incendiaron la comisaría de Andahuaylas y anunciaron que desde hoy (lunes) se mantendrán en huelga permanente hasta que se anuncie el cierre del Congreso.
Adler Malpartida, alcalde de Andahuaylas, señaló que, a razón de la muerte de dos personas en las protestas que tuvieron lugar en esta parte de la región Apurímac, se ha decretado un duelo provincial.
La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) expresó su “solidaridad y profundo pesar por las muertes de dos personas: D.A.Q. (15 años) y de Becam Romario Quispe Garfias (18 años) en la protesta de Andahuaylas. Policía, basta de represión”, dice su pronunciamiento.
En el sur del país se ha decretado paralización de las labores en las entidades del Estado y se han suspendido las clases en los colegios. Esa medida también alcanza a las ciudades de Ica y La Libertad.
Cierre de vías
Mientras que en Andahuaylas la población prácticamente se declaró en insurgencia, en Arequipa los pobladores de Chala bloquearon la vía Panamericana Sur en protesta contra el Congreso.
Los manifestantes no solo no dejan pasar vehículos, sino que tampoco permiten el paso de motos. Los retienen e incluso los agredieron con correas, según denunciaron algunos de los transportistas.
Debido a las protestas, algunas instituciones educativas decidieron suspender el dictado de clases por hoy. Este es el caso de la IE Hortencia Pardo Mancebo.
Mientras tanto, los viajes interprovinciales se han suspendido, lo que provocó que cientos de personas se encuentren varadas y pernoctando en los terminales, sin poder salir de la Ciudad Blanca.
En Cajamarca, la situación viene subiendo en intensidad. Ayer, cientos de comuneros marcharon por las calles de esa ciudad exigiendo el cierre del Congreso y adelanto de elecciones, además de pedir la libertad de Pedro Castillo.
Los dirigentes de las comunidades en Cajamarca dejaron en claro que sus medidas de protesta recién están comenzando y lo más probable es que una importante delegación vaya al centro de Lima para exigir elecciones generales.
Cajamarca de pie
Pobladores del distrito de Tacabamba, lugar natal de Pedro Castillo, se movilizaron en la tarde exigiendo liberación del expresidente y rechazando a la presidenta Dina Boluarte.
Diversos colectivos y las rondas campesinas y urbanas acordaron radicalizar las acciones de protesta pidiendo el cierre inmediato del Congreso de la República, liberación de Pedro Castillo y nuevas elecciones generales.
Uno de los anuncios fue que, desde las 00 horas del lunes 12 de diciembre, se bloquearán las vías que conectan a Chota con la costa, Cajamarca y a distritos.
Colectivo Región Lambayeque se declara en movilización permanente e insurgencia para exigir el adelanto de elecciones. En la plazuela Elías Aguirre estuvieron tomando algunos acuerdos, entre ellos anunciaron una gran movilización para este jueves 15 de diciembre.
En Trujillo, los que respaldan a Pedro Castillo salieron a las calles para exigir que se dé el adelanto de elecciones.
“Pedimos que se adelanten las elecciones para elegir al nuevo presidente y también nuevos congresistas. Además, que se instale la asamblea constituyente y se elabore la nueva Constitución Política del Perú”, declaró Rumaldo Viera, secretario regional de Perú Libre en La Libertad, a La República.
La Central Única Regional de Rondas Campesinas de La Libertad informó que se sumará al paro nacional emprendido por organizaciones sociales.
Política y mentira
Enfoque por Alberto Adrianzén, sociólogo
Pedro Castillo quiere evadir su responsabilidad tanto en su intentona golpista como en los hechos de corrupción de su gobierno con historias inverosímiles, como que fue drogado por orden de la fiscal y de la presidenta y que en esas condiciones dio su mensaje a la nación el 7 de diciembre. El problema con ello no es solo que hoy congresistas y dirigentes políticos y sociales repitan esta engañosa historia, sino que degrada y le pone fin a la política al fundamentarla en la mentira. Con ello, la idea de que la verdad nos hará libres o que es revolucionaria deja de existir, como también la política, ya que esta se fundamenta en la mentira. Cuando ello sucede, tanto la política como la democracia se convierten en un adorno, en un mero simulacro para esconder un poder que nos domina y oprime.
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