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Wall Street disipó esta semana los temores a la recesión y acumuló fuertes ganancias en sus principales indicadores.
A detalle, tras cuatro día operativos —considerando que el lunes fue festivo en Estados Unidos— el Dow Jones de Industriales ganó un 5,4%; el selectivo S&P 500, 6,5%; y el índice compuesto Nasdaq, 7,5%.
Según recuento de EFE, los inversores llegaron con ganas de comprar acciones baratas tras la semana pasada, donde se registró el peor desempeño desde que la pandemia estalló, dejando al S&P 500 entrar en un ciclo bajista; es decir, un 20% por debajo de su último máximo.
Incluso, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, admitió que es posible una recesión a consecuencia de su política de subidas de interés para mitigar la inflación.
“La esperanza de que la inflación esté llegando a su pico y la economía siga sólida ha llevado a los inversores a comprar acciones con mucho descuento. Parece que Wall Street empieza a creer que, incluso, si hay una recesión económica, será corta”, señaló el analista de Oanda Ed Moya.
Asimismo, los ánimos se elevaron también porque los test de estrés de la Fed a la gran banca de Estados Unidos revelaron que las entidades están preparadas para afrontar una recesión, lo que deja una ganancia semanal cercana al 3% en el sector financiero.
Algunos expertos consideran también que esta buena semana en Wall Street no significa que el mercado haya tocado fondo, sino que puede ser una racha positiva en medio de un ciclo bajista, algo que se conoce como “el rebote del gato muerto” en el argot bursátil.
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