Caminar por las calles puede ser mucho más que un simple traslado de un punto a otro, ya que puede transformarse en una experiencia profundamente enriquecedora. Aunque para algunos pueden ser simples arterias de tráfico, para otros representan una cápsulas del tiempo, donde cada adoquín, fachada y esquina cuenta una historia de la región en la que se encuentra. Este es el caso de ciertas calles en Sudamérica que, por su belleza y carga histórica, han sido reconocidas entre las mejores 50 por la revista de viaje Condé Nast Traveler.
Estas vías no solo atraen a turistas de todo el mundo, sino que también han sido el escenario de importantes eventos culturales y sociales a lo largo de los años. Con su arquitectura impresionante y su vibrante vida cultural, representan verdaderos iconos de sus ciudades y países.
Una de las calles más bonitas del mundo está en Sudamérica
Dentro del vibrante corazón de Cartagena de Indias se encuentra la Carrera 4, un emblemático paseo dentro del casco antiguo amurallado que encapsula la esencia de Colombia. Este lugar es testigo de la rica historia colonial de la ciudad y se ha convertido en un foco de atracción turística por su impresionante arquitectura y su relevante papel en la historia local. La iglesia de San Pedro Claver, que se destaca en esta calle, data del siglo XVII y ha sido un punto clave en el desarrollo de la ciudad.
Además, la Carrera 4 ha evolucionado para incorporar elementos modernos sin perder su encanto histórico, convirtiéndose en un perfecto ejemplo de cómo el pasado y el presente pueden coexistir en armonía. Sus visitantes pueden disfrutar de una experiencia visual y cultural única, marcada por edificaciones coloridas y una atmósfera que respira historia.
¿Qué otras calles sudamericanas se encuentran entre las más bonitas?
Brasil no se queda atrás cuando se trata de calles impresionantes. En Río de Janeiro, la Calle Manoel Carneiro, con las famosas Escaleras de Selarón, ofrece una de las experiencias urbanas más pintorescas del país. Estos 215 escalones decorados con azulejos de colores vivos, cerámica y espejos, obra del artista Jorge Selarón, son una verdadera obra de arte al aire libre que celebra la cultura brasileña. La escalinata, que comienza en el barrio de Lapa y culmina en la iglesia de Santa Teresa, es tanto un punto de interés turístico como un importante símbolo cultural en Río.
Por otro lado, la Rua Gonçalo de Carvalho en Porto Alegre es otro espectáculo visual. Conocida por su impresionante túnel verde creado por árboles altos que se entrelazan sobre la calle, esta vía ha sido descrita por los locales y visitantes como la más hermosa del mundo y ha sido reconocida como patrimonio ambiental. Este corredor natural es un lugar preferido para los amantes de la naturaleza y para aquellos que buscan paz y serenidad en medio de la ciudad.