Nintendo inauguró este miércoles en una fábrica restaurada en Kioto el primer museo dedicado a la larga historia de este gigante de los videojuegos japonés, desde sus inicios como productor de naipes hasta el éxito global de franquicias como “Super Mario”.
La historia de la compañía empezó en 1889 produciendo naipes japoneses llamados “hanafuda” y también de estilo occidental. No fue hata 1977 que Nintengo lanzó sus primeras máquinas de videojuegos.
El museo ubicado en la ciudad de Uji, en la periferia de Kioto, cuenta con numerosas exhibiciones interactivas, como una zona donde los visitantes pueden jugar al Mario o al Donkey Kong en una consola gigante.
Pero otras salas ponen el foco en productos de época, como una versión digital de un antiguo juego de poesía japonés o unos talleres para que los visitantes puedan crear sus propias cartas “hanafuda”.
Las entradas, a un precio de 3.300 yenes (22,60 dólares) para los adultos, están ya agotadas para octubre y noviembre.
“Los visitantes pueden descubrir el compromiso de Nintendo en una producción que da importancia al juego y la originalidad”, explicó Shigeru Miyamoto, el creador de “Super Mario”, en un video en agosto.
La franquicia de “Super Mario” se lanzó en 1985, dos años después de que la empresa empezara a vender su clásica consola Nintendo Entertainment System (NES).
El museo forma parte de la estrategia de Nintedo de ampliar su exposición de marca, dentro de la que se enmarca también la exitosa película animada de Mario lanzada el año pasada.
La firma también ha construido una zona dedicada al “Mundo Super Nintendo” en el parque de atracciones de Universal Studios en Japón, que cuenta con una montaña rusa de Mario Kart.
El próximo año se abrirá una zona similar en el parque de Universal en Orlando.
Nintendo anunció en 2021 su plan de abrir un museo.
Kensaku Namera, analista de la firma Nomura Securities, asegura a la AFP que el museo encaja en la estrategia de Nintendo de presentarse como un lugar donde “la gente puede interactuar” con sus franquicias.
Renovar una antigua fábrica construida en 1969, antes usada para producir naipes y después para recuperar consolas, es también un buen movimiento.
“Es una reutilización efectiva de activos”, afirma este analista.