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Liz Parrish, CEO de la empresa BioViva y pionera en el campo de las terapias génicas, es un nombre que se ha convertido en sinónimo de avances revolucionarios en la lucha contra el envejecimiento. A pesar de tener 53 años, Parrish luce como si tuviera 30 gracias a los tratamientos experimentales a los que se ha sometido, desafiando así los límites de lo que la ciencia considera posible.
El envejecimiento ha sido objeto de estudio durante décadas, pero pocos han dado un paso tan audaz como Liz Parrish al someterse a estos tratamientos antes de que fueran completamente aprobados. Su participación en estos experimentos ha despertado un debate global sobre la ética, la seguridad y las implicaciones a largo plazo de las terapias génicas, no solo para mejorar la apariencia, sino también para extender la vida humana.
¿Cómo hizo Liz Parrish para parecer de 30 años teniendo 53 años?
Liz Parrish es conocida por ser “la paciente cero” de los tratamientos génicos orientados a revertir el envejecimiento. En 2015, decidió someterse a una terapia experimental, desarrollada por su propia empresa, BioViva, con el objetivo de combatir los efectos biológicos del envejecimiento. Este tratamiento incluyó la introducción de genes diseñados para reparar el daño celular causado por el envejecimiento, un procedimiento arriesgado que la posicionó como pionera en la búsqueda de una vida más larga y saludable.
El tratamiento de Parrish se centró en dos áreas clave: la reparación de los telómeros, las estructuras en los extremos de los cromosomas que se acortan con la edad, y la mejora de la capacidad de las células para regenerarse. Los telómeros son esenciales para la estabilidad genética y su deterioro se ha asociado con el envejecimiento celular. Al restaurar la longitud de los telómeros, la terapia busca mantener las células en un estado más juvenil. Liz Parrish afirma que, gracias a estas intervenciones, ha logrado reducir su edad biológica, lo que ha sido corroborado por algunos estudios preliminares.
La empresaria sorprende en redes sociales con su juvenil apariencia. Foto: Trendencias
¿Para qué sirven las terapias génicas?
Las terapias génicas son un campo emergente dentro de la medicina, centrado en la modificación del ADN para prevenir o tratar enfermedades. En el caso del envejecimiento, estas terapias se utilizan para combatir el deterioro celular y, potencialmente, revertir los efectos del paso del tiempo. Los científicos han identificado ciertos genes que desempeñan un papel clave en los procesos de envejecimiento, y mediante la introducción de versiones modificadas de estos genes en las células, buscan reducir el daño celular y mejorar la regeneración.
Entre los beneficios que se investigan en las terapias génicas para la longevidad están:
- Regeneración celular: Mejora la capacidad de las células para dividirse y mantenerse saludables durante más tiempo.
- Fortalecimiento del sistema inmune: Aumenta la resistencia del organismo a enfermedades asociadas con el envejecimiento, como el cáncer o el Alzheimer.
- Reparación del ADN dañado: Reduce las mutaciones y el desgaste celular que se acumula con la edad.
¿Qué tratamientos se han inventado para revertir el envejecimiento?
Además de los tratamientos a los que se ha sometido Liz Parrish, otros avances en terapias génicas están siendo investigados con el objetivo de revertir los efectos del envejecimiento. Algunos de los más prometedores incluyen:
- Terapias basadas en telomerasa: La enzima telomerasa puede ayudar a alargar los telómeros, que se acortan con el tiempo y provocan el envejecimiento celular. Esta terapia está diseñada para restaurar la función de los telómeros, permitiendo que las células se regeneren de manera más efectiva.
- Reprogramación celular: Inspirada en los estudios del premio Nobel Shinya Yamanaka, esta técnica busca “rejuvenecer” las células mediante la reprogramación de su ADN para que adopten un estado más joven y saludable. Se espera que este enfoque permita regenerar órganos y tejidos dañados por el envejecimiento.
- Edición genética CRISPR: Esta tecnología permite realizar modificaciones precisas en el ADN, lo que podría ayudar a eliminar mutaciones genéticas que contribuyen al envejecimiento y a enfermedades relacionadas con la edad. La edición de genes defectuosos es una de las grandes promesas de la biotecnología moderna para combatir el envejecimiento.
- Terapias basadas en células madre: Estas terapias utilizan células madre para reemplazar las células envejecidas o dañadas por nuevas y más saludables, lo que podría ralentizar el envejecimiento a nivel celular y mejorar la regeneración de tejidos.
¿Es seguro someterse a terapias génicas para revertir el envejecimiento?
Someterse a terapias génicas para revertir el envejecimiento aún no es considerado completamente seguro, ya que estas técnicas se encuentran en fases experimentales y los estudios a largo plazo sobre sus efectos no han concluido. Aunque han mostrado resultados prometedores en la reparación celular y el rejuvenecimiento, los riesgos incluyen posibles efectos secundarios graves como alteraciones genéticas no deseadas, inflamación y respuestas inmunológicas adversas. Por lo tanto, su uso aún está restringido a ensayos clínicos bajo estricta supervisión científica.
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