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A la fecha, son millones las personas de todo el mundo quienes emplean un smartphone para llevar a cabo todo tipo de actividades en línea. Por lo mismo, si deseas navegar con tus aplicaciones, es importante que goces de una conexión a internet estable y veloz. No obstante, lo cierto es que cuando uno viaja al extranjero, suele pasar que se pierde la cobertura móvil contratada con la operadora, por lo que uno se ve en la obligación de evaluar en comprar una tarjeta SIM o un eSIM que les permita seguir en la red local sin problemas. ¿No sabes qué opción te conviene más? Te explicamos todo lo que necesitas saber.
Como tal, ten en cuenta que los conceptos generales que abordaremos aplican para todo tipo de smartphones, ya sean Android o iPhone. Además, los beneficios que detallamos se disponen de forma general con la mayoría de empresas operadoras de telefonía, por lo que sirven de referencia para que sepas qué producto te conviene más (pueden existir variaciones en los paquetes de cada compañía).
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SIM vs. eSIM: diferencias puntuales
De forma puntual, debes tener en cuenta que la tarjeta SIM es un componente totalmente físico que se inserta en la ranura dedicada del móvil, mientras que la eSIM se añade de forma virtual. En el caso de la segunda, se activa mediante una clave o escaneo de un código QR y es un mecanismo de identificación que puedes borrar cuando expire su uso o cuando te quedes sin datos. Además, al tratarse de un producto digital, puedes cambiar por otros números distintos y afiliarte a diferentes operadoras de múltiples países desde un mismo móvil sin que el equipo quede inutilizable o se bloquee.
Para acceder a una eSIM, debes verificar que tu dispositivo sea compatible con dicha tecnología (Ajustes > Administrador de SIM) y luego solicitar la cobertura con un operador que lo ofrezca. No obstante, ten en cuenta que por lo mismo puede ser más complicado revisar si tienes problemas de conectividad con tu celular, ya que no podrás retirar el componente e insertarlo adecuadamente como pasa con la tarjeta o intentar comprobar si funciona bien en otro equipo. En este caso, solo te queda reiniciar tu smartphone, resetear la función de datos móviles o contactar a la operadora para que resuelva tu caso.
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Utilizar una eSIM conviene cuando deseas aprovechar dos líneas telefónicas a la vez, en especial si tu dispositivo solo cuenta con una ranura física y no quieres retirar tu línea original. Además, otra ventaja de la variante digital es que puedes alternar entre operadoras de diferentes países y acceder a sus servicios de roaming sin modificar la tarjeta SIM, una opción ideal para acceder a la cobertura de un país de forma temporal.
Adicionalmente, ten en cuenta que la eSIM te ofrece mejores filtros de seguridad y una mejor protección en casos de robo de identidad, debido a que como no se trata de un elemento que se retira físicamente, se puede bloquear a distancia para evitar que terceros malintencionados manipulen el servicio incluso cuando te roban (se evita en gran medida la suplantación de identidad y el fraude telefónico).
¿Cuál cuesta más?
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Por lo general, adquirir una eSIM suele suponer un gasto más elevado a comparación de comprar una tarjeta SIM con un saldo específico (aunque vale mencionar que la brecha se ha acortado significativamente). No obstante, considera que al ser una opción digital es mucho más fácil de instalar, adquirir por la cantidad de empresas y se presenta en planes definidos que se acomodan mejor a tus itinerarios de viaje (tampoco necesitas visitar un puesto para recoger el chip y puedes conseguirlo con tiempo de anticipación).
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