Hungría vivió este sábado un sismo político con la dimisión de la presidenta Katalin Novák, cercana al primer ministro ultranacionalista Viktor Orbán, confrontada a una ola de indignación por haber indultado a un implicado en abuso sexual de menores.
Casi al instante, Judit Varga, otra aliada de Orbán, anunció también su “retirada de la vida pública” por haber dado su visto bueno al indulto como ministra de Justicia, cargo que había dejado para encabezar la lista oficialista en las elecciones al Parlamento Europeo de junio próximo.
Hace unos días, este escenario era impensable.
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La polémica se desató a raíz del indulto que Novak concedió en abril de 2023, durante la visita del papa Francisco a Budapest, a un antiguo subdirector de un hogar para menores condenado en 2022 a más de tres años de cárcel por encubrir los abusos sexuales del director.
La oposición en el país centroeuropeo, miembro de la Unión Europea, pedía la dimisión de Novak desde que el portal de noticias independiente 444 revelase la semana pasada la medida que benefició al exsubdirector.
El viernes por la noche, manifestantes se congregaron en el palacio presidencial y tres asesores presidenciales renunciaron a sus puestos.
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Katalin Novak, que se encontraba en Catar para asistir a un partido del Mundial de waterpolo entre Hungría y Kazajistán, adelantó su regreso a Budapest ante el escándalo.
Nada más aterrizar, anunció que dimitía de su cargo y admitió que había cometido “un error”.
“El indulto concedido y la falta de explicaciones pudieron suscitar dudas sobre la tolerancia cero con la pederastia. Pero no puede haber dudas sobre este tema”, subrayó la política, de 46 años.
Novak pidió “disculpas” a quienes pudo hacer daño y “a todas las víctimas que pudieron tener la impresión de que no las apoyaba”.
Esta exministra de Asuntos de la Familia se convirtió en 2022 en la primera mujer presidenta de Hungría, una función principalmente protocolar.
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“Asumir su responsabilidad”
“Fue rápido: primero Novak, después Varga. Pero sabemos que ninguna decisión importante puede tomarse en Hungría sin la aprobación de Viktor Orbán”, reaccionó en Facebook la eurodiputada Anna Donath, del pequeño partido liberal Momentum. El mandatario “tiene que asumir su responsabilidad y explicar lo que pasó (…), es su sistema”, agregó.
Orbán trató de contener la indignación, anunciando el jueves que quería revisar la Constitución para excluir la posibilidad de indultar a delincuentes pederastas.
Katalin Novak, sustituida provisionalmente por el presidente del Parlamento, László Kövér, fue nombrada el año pasado la mujer más influyente de la vida pública húngara por la revista Forbes.
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La expresidenta, oriunda de la ciudad de Szeged (sur), fue funcionaria del Ministerio de Relaciones Exteriores en 2001. Después de criar a sus tres hijos en Alemania, regresó a Hungría tras la victoria de Orbán, en 2010.
Fue nombrada secretaria de Estado de Familia y Juventud en 2014 y obtuvo la cartera ministerial en 2020, en un gobierno con solo tres mujeres.
Su misión fue frenar el declive demográfico del país mediante políticas pronatalistas, al declarar que Hungría no quería “ni inmigración ni reemplazo de población”.
Su renuncia deja en Hungría un paisaje político aún más masculino, ya que desde mediados de 2023 no hay ninguna mujer en el gabinete de Orbán, compuesto por 16 hombres.