Cinco generaciones, una infinidad de sueños y un pastel horneado. Esta es la premisa de Velas de cumpleaños, la puesta que se estrena hoy en el Teatro Ricardo Blume con las actuaciones de Érika Villalobos, Pold Gastello, Manuel Gold, Marisa Minetti, Macla Yamada y Eduardo Camino.
Ernestina pasa su cumpleaños número 17 agonizando por su insignificancia en el universo. En un abrir y cerrar de ojos tendrá 40, 80… Conmovedora y entretenida, a lo largo de 105 minutos el público se subirá a un carrusel de emociones donde se mostrará cómo, a veces, la vida tiende a repetirse de una generación a otra.

“Estoy enamorada de esta obra, ha sido muy difícil, muy duro, pero un reto también. Pero quienes me conocen saben que a mí me gusta tener la oportunidad de asumir retos, experimentar cosas y crecer también. Estoy muy contenta y feliz porque todo el elenco es hermoso y el director Mikhail Page es ideal, absolutamente claro, que ve las diferentes capas que tiene esta obra. Y ahora queremos que la gente la disfrute de inicio a fin”, declaró Érika a la prensa, en la noche del jueves, tras una función especial. “Como actriz han sido muchos retos, emocional y corporalmente. Pero acá todos nos sentimos muy bien, protegidos. Es una obra muy mágica”.
—La puesta habla de las pérdidas, te debe de haber tocado.
—Sí, claro, de todas maneras. Desde la primera pérdida que Ernestina sufre, la de su mamá, yo estoy pensando en mi papá (su progenitor falleció en julio del 2021). Y entiendo lo que ella siente, realmente me he sentido identificada con todas sus pérdidas. Cuando alguien no ha sufrido la muerte de alguien realmente cercano no sabe lo que significa ese dolor, pero, si lo has pasado… como en mi caso la partida de mi padre ha sido muy fuerte. Ernestina, en realidad, es una mujer ejemplar que está esperando revolucionar el mundo y al final hacer algo extraordinario, pero ella piensa que tal vez desperdició su vida. Y al final hizo la vida de los demás extraordinaria, fue realmente muy importante para toda su familia.
—Te has visto reflejada en muchas de sus escenas.
—Sí, porque yo soy un poquito así, como buena mamá, me gusta que todos estén bien y cómodos y que los demás se sientan felices. Si los demás son felices, yo también me siento feliz, y también me gusta estar haciendo cositas en la casa.
—En la obra hemos visto a Ernestina en dos etapas fuertes en aspecto amoroso. El perder a una persona y recuperar ese sentimiento con otra. ¿Qué opinas?
—(Ríe). Me parece maravilloso, si lo pueden hacer, genial. O sea, mientras la gente pueda ser feliz, perfecto. Y, bueno, en este caso, Ernestina se ha sacrificado tanto por todos que ella también se merece ser feliz.
—¿Esta noche se ha anunciado una nueva telenovela…? (A ella y Aldo Miyashiro, como protagonistas)
—No voy a hablar de ello, será en otra oportunidad. Hoy no hablaré de la telenovela.
