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En 1965, Dorothy Fideli se casó en un juzgado estadounidense con su entonces pareja. Para la ocasión, decidió vestirse de negro, prenda ajena a la tradición matrimonial, de blanco habitual. Una vez firmado el contrato, “él se fue a trabajar” y ella volvió “a casa”. Nueve años pasaron para que la pareja decidiera divorciarse. ‘Dottie’ parecía desesperanzada de los afectos, y no fue hasta que escuchó en televisión nacional el caso de una mujer esposada con ella misma que comenzó a imaginar deseosa su futuro.
Fideli le preguntó al administrador del asilo O’Bannon Terrace Retirement Community, Rob Geiger, si podría rentarle un espacio del inmueble para la ceremonia. Él, sorprendido, racionalizó la propuesta y, como ‘Dottie’ es “una mujer increíble”, accedió.
Al saberlo, su hija, Donna Pennington, reaccionó emocionada y contenta por la idea. El medio de comunicación Today pudo saber que fue la descendiente la encargada de comprar el vestido y preparar la puesta en escena.
El sábado 13 de mayo del 2023, amigos y familiares vieron entrar a Fideli con su vestido de novia y un ramo de flores sostenido en sus manos. “Esto es lo mejor que he tenido, además de tenerlos a ustedes, hijos. Esto es lo que siempre quise y estoy muy feliz de que tú (refiriéndose a su hija) me hayas ayudado”, dijo la mujer de 77 años.
Entre las muchas intervenciones, el administrador le recordó otro logro: aprender a leer sola después de muchas madrugadas. Ella terminó reflexiva: “El amor es lo más importante en este mundo, y si amas a Dios y te amas a ti mismo, este mundo será un campo de rosas”.
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